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Pasos para sobrevivir al aire libre. Por Pablo Edronkin 'Todos poseemos habilidad. La cuestión es cómo la utilizamos.' - Stevie Wonder.
MAS >>>>>Introduccion a la Supervivencia
Cuando nos enfrentamos a un accidente, una emergencia o situación de supervivencia durante una excursión, por lo general hay que actuar muy rápidamente para salvar la vida. Obviamente, siempre es mejor prevenir que curar, pero si usted se enfrenta finalmente a una situación de este tipo, las siguientes reglas le ayudarán (Nota: es recomendable que marque esta página para retornar a ella posteriormente). Esto no quiere decir que hay que hacerlo de forma irracional o entrar en pánico, sino que por el contrario, hay que pensar racionalmente en lo que se piensa hacer y seguir un orden de prioridades. De un incendio debemos salir cuanto antes, de un vehículo accidentado también. Debemos socorrer a los heridos lo antes posible, hay que tratar de salvar la mayor cantidad posible de bienes y pertenencias (una vez que todas las personas estén fuera de peligro), y probablemente habrá que buscar ayuda. Si bien intentar escapar de cualquier manera puede ser una respuesta instintiva al peligro, no resulta conveniente dejarse llevar por la irracionalidad, tanto porque en el intento de salvaguardarnos a nosotros podemos caer en una situación peor, podemos causar la muerte de otros, o bien, porque en un corto período de tiempo podremos perder equipos o la oportunidad de sobrevivir en mejores circunstancias. La idea de todo esto es minimizar el daño y maximizar las posibilidades desobreponerse a la situación. En general, para enfrentar este tipo de situaciones, el procedimiento lógicamente más adecuado puede dividirse en los siguientes pasos.
Alejarse del peligro inmediato: La forma en que lograremos esto dependerá de la situación en la que nos encontremos. Por ejemplo, en caso de un accidente automovilístico, tendremos que alejarnos lo suficiente del lugar del impacto como para que en caso de incendio o explosión, no nos veamos afectados por ella. Durante esta parte del proceso, habrá que alejar además a los heridos, a los que hubieran quedado atrapados en el sitio del accidente, y habrá que asistir a los heridos más graves. Debe quedar en claro que el tratamiento de las lesiones menores y la recuperación de bienes y pertenencias deberán efectuarse una vez que el peligro inmediato hubiera transcurrido. El peligro inmediato también puede ser una tormenta muy fuerte, en cuyo caso, alejarse de este tipo de peligro implicará o bien abandonar la región (porejemplo, si hay un tornado, tendremos que alejarnos con nuestro vehículo), o bien buscar un refugio adecuado. En este punto de la situación de supervivencia, lo esencial es asegurarse de disminuir el factor de riesgo presentado por la situación. No se está buscando hacer otra cosa. Una vez que se ha superado la situación específica, es generalmente posible volver al sitio del accidente a recuperar otros objetos. En los barcos encallados o aviones accidentados, por citar algunos ejemplos, es posible encontrar una gran cantidad de elementos de utilidad, los cuales podrán rescatarse poco a poco y una vez que el peligro inicial de incendio, explosión o naufragio hubiera disminuido. Procurarse un refugio: Normalmente este es el segundo paso del proceso. Antes de hacer cualquier cosa necesitamos cubrirnos de las inclemencias del tiempo. Ya sea que nos encontremos en una región muy fría, en cuyo caso buscaremos protegernos de las bajas temperaturas, o bien si nos encontramos en una muy calurosa, en la que nostendremos que proteger de la acción del sol, el hecho es que la supervivencia a corto y a largo plazo resulta mucho más sencilla si contamos con algún tipo de refugio. Hay diversas formas de procurarse uno de estos:
Estos refugios deben servir para que todos los sobrevivientes puedan tener al menos un mínimo de comodidad, aunque la experiencia enseña que por lo general, tras una rápida construcción y en su primer uso, los refugios por lo general resultan todo menos cómodos y habitables, y también que a veces hasta hay que defenderlos.
En estos casos hay que tener un poco de paciencia, y contar que con el paso del tiempo podremos efectuar algunas mejoras. Sin embargo es esencial advertir que no debe intentarse efectuar ninguna mejora cuando se está utilizando el refugio a causa de las inclemencias del tiempo. Si por ejemplo, usted se encuentra dentro de una pequeña cueva excavada en la nieve, y esta le resulta incómoda mientras afuera hay una tormenta, no intente mejorarla hasta que el fenómeno climático hubiera cesado, pues si se equivoca y su construcción se daña o se destruye, usted no solamente carecerá de comodidad, sino que volverá a encontrarse en una situación crítica; quizás peor que al inicio de la emergencia, pues su equipo se encontrará seguramente sepultado bajo la nieve. En algunas regiones ya se cuenta con refugios instalados y equipados para casos de emergencia, por lo que los accidentados solo tienen que llegar hasta alguno de ellos para obtener todo lo que necesitan. En la Antártida, por ejemplo, hay en algunas áreas cercanas a las bases, refugios instalados cada 20 ó 30 Km entre sí, y es común que los exploradores que intentan penetrar en regiones inhóspitas vayan construyendo poco a poco diversos reductos, vivaques o depósitos en los que almacenan equipo que podría resultarles indispensable con posterioridad. En algunos casos, los pobladores de diversas zonas también construyen sus propios refugios y cabañas. En Alaska y en la Patagonia, los granjeros y cazadores preparan algunas sencillas pero prácticas cabañas a lo largo de las rutas que normalmente transitan durante su trabajo, ya sea a lo largo de los ríos o senderos. Con un poco de práctica y sentido común, es posible deducir los sitios en los que estas construcciones se encuentran, aún cuando se desconozca la zona.
Encender un fuego: El encendido de una fogata cumple dos funciones básicas:
Existen diversas técnicas para encender fogatas, aunque sin un poco de práctica puede resultarle algo difícil a mucha gente. Lo esencial es trabajar con paciencia y de forma metódica, encendiendo un fuego pequeño primero, para luego aumentar la cantidad de combustible.
La búsqueda de leña o cualquier otra cosa que pueda quemarse es parte de una de las tareas que deben ser realizadas con regularidad (ver la sección 2.1.1.3 para obtener mayor información sobre este tema), y una vez que se ha encendido una fogata resulta conveniente mantenerla siempre encendida. Para ello, generalmente habrá que destinar a una persona para que monte guardia en el campamento de forma constante. Obviamente, estas guardias pueden rotarse, y lo aconsejable es hacerlo cada dos o cuatro horas. La persona que se encuentre de guardia deberá cuidar el fuego, cocinar, efectuar la limpieza del sitio y también mantenerse alerta para el caso de que se detecte la presencia de algún grupo de rescate o vehículo que transite por la zona, y al cual se le podrá efectuar un llamado de auxilio por medio de señales. Debe recordarse que estos no son simples campamentos; bien puede ocurrir que el avión que pase sea el último, por lo que las guardias siempre deben ser mantenidas, y las mismas nunca deben ser consideradas como una simple rutina. Quien se encuentre de guardia no puede dormir, escuchar música o hacer cosas que le distraigan o minimicen la capacidad de sus sentidos, pues de ellos puede depender la vida de todos los sobreviviventes. En cuanto al fuego, recuerde una vez más que siempre debe mantenerse encendido, pues en caso de que se apague consumiremos muchas más energías y recursos (combustible, iniciadores, etc.) que si simplemente cuidamos que no se apague.
Buscar agua: Sin agua, no podemos sobrevivir más que un par de días. Nuestro cuerpo cuenta con una gran proporción de agua en su composición, y este compuesto tan común es necesario para que se lleven a cabo numerosas funciones metabólicas. El agua es necesaria para brindar unos primeros auxilios más o menos efectivos, para cocinar, para lavarse, etc. por lo que resulta más importante aún que la comida misma. Es necesario contar con reservas de agua en todo momento. Hay diversas técnicas para obtener agua incluso de los sitios más recónditos: hasta es posible obtenerla gracias al funcionamiento del motor de un vehículo, y no nos estamos refiriendo al radiador, sino a que el 'residuo' dejado por la combustión de los hidrocarburos en un motor tradicional es nada más ni nada menos que agua pura. La búsqueda u obtención de agua puede llevar varias horas; quizás haya queencontrar un arroyo, construir colectores para obtenerla a partir de la lluvia o el rocío, etc. por lo que es una tarea que debe iniciarse lo antes posible, para que cuando empiecen a sentirse los efectos de la deshidratación entre los sobrevivientes, tengamos ya una forma de combatir la sed. Durante una expedición a más de 4.000 metros de altura en el noroeste de la regional_argentinasp.shtml (Provincia de Jujuy), tuvimos que descender un cañadón totalmente vertical de cerca de 200 metros para obtener agua de un arroyo semi congelado, después de haber padecido una tormenta de polvo durante toda la noche, la cual dejó a todo nuestro equipo cubierto con unos 30 centímetros de arena y guijarros.
Señalizar: Si nos hemos accidentado, probablemente nos vendrán a buscar cuando alguien detecte nuestra ausencia (esta es una de las razones por las que siempre hay que avisar acerca de nuestro itinerario), pero aún aunque se supiera de nuestra situación, y la zona donde probablemente estemos, los grupos de rescate pueden no vernos. Para evitar este problema, hay que señalizar la zona, crear marcas en el terreno para que sean visibles desde tierra, mar o aire, las cuales estarán activas todo el tiempo, como en el caso de los espejos o superficies reflectantes, o bien listas para su utilización en el momento adecuado. Por ejemplo, Ud. puede preparar varias piras con leña y combustible a mano a fin de encenderlas cuando se detecte la presencia de un barco, avión, etc. Estos materiales no deben emplearse para ninguna otra cosa, y deben quedar muy bien resguardados, lo más cerca posible del sitio en el que se harán las señales. Piense que puede contar con muy pocos segundos para reaccionar si escucha, por ejemplo, el motor de un avión. Hay señales que son convencionales, es decir, que cuando son observadas por un tercero, este asumirá que se trata de señales de auxilio. Entre estas podemos contar inscripciones como el ya famoso S.O.S. que se puede dibujar en grantamaño en la nieve o arena, la preparación de tres fogatas configurando untriángulo, etc. No siempre será posible construir este tipo de señales, por lo que también habrá que prepararse para tratar de atraer la atención de diversas maneras no convencionales. Todos los sobrevivientes deben saber qué hacer cuando se presente tal circunstancia. A principios del siglo XX, la expedición del científico Sueco Nordenskjold quedó varada en la Antártida. Casi dos años después del incidente, la Armada Argentina rescató a los expedicionarios, los cuales, mientras tanto, habían construido una cabaña y mantenían una guardia permanente, con un observador afuera de la misma, el cual debía encender las señales en el momento indicado, al detectarse la presencia de algún barco. Así fue y fueron rescatados, de lo contrario, probablemente hubieran perecido un tiempo después, a pesar de que habían logrado desarrollar un estilo de vida bastante confortable para lo que es la región. Tanto el barco que los rescató, la Corbeta 'Uruguay' como la cabaña que construyeron los sobrevivientes, se conservan en la actualidad como sendosmuseos. El buque se encuentra apostado en la ciudad de Buenos Aires, y la cabaña es accesible desde la base antártica 'Esperanza'. Esta historia constituye un excelente ejemplo de lo que es la supervivencia a largo plazo aún en las condiciones más adversas y con medios absolutamente limitados.
Buscar comida: Sin comida se puede sobrevivir por un período de tiempo variable. Es necesario iniciar una campaña para racionalizar las provisiones existentes (generalmente rescatadas del sitio del accidente), y para obtener nuevos alimentos, ya sea a través de la cosecha, la cacería o el cultivo a largo plazo. Sin embargo, el hambre, a pesar de generar una necesidad, también es una sensación que hasta cierto punto puede controlarse. La gente que se encuentra en buenas condiciones físicas, o que cuenta con una motivación superior a la normal, es capaz de sobrellevar las peores hambrunas. La ciudad de Leningrado fue completamente sitiada por las tropas alemanas durante la segunda guerra mundial. El cerco era tan impenetrable que prácticamente, esta ciudad rusa había quedado aislada del mundo. Durante más de tres años, los alemanes intentaron tomar por asalto la ciudad sin lograr mayores éxitos, y sin doblegar a sus defensores a pesar de que murieron más de un millón y medio de sus habitantes. Durante los tres inviernos que sobrevivieron los defensores de la ciudad experimentaron temperaturas inferiores a los treinta grados centígrados bajo cero, generalmente encontrándose en trincheras o a la intemperie, con escasas municiones, y sometidos a ataques y bombardeos sin ninguna interrupción. Las tropas rusas de primera línea que defendían esta ciudad, hasta que lograron derrotar a los alemanes, recibían una ración diaria de comida de 500 calorías, lo que es menos que una simple hamburguesa como las que podemos obtener en cualquier local de comidas rápidas. El resto de la población recibía mucho menos que eso, y debían suplir su dieta con ingenio. Retornar a la civilización: Después de dos semanas de ocurrido un accidente, por lo general las operaciones de rescate se cancelan pues se asume que para entonces ya no se encontrarán sobrevivientes. Han ocurrido muchos casos en los que de esta forma, algunas personas se convirtieron en verdaderos 'Robinson Crusoe' debido a que fueron consideradas como desaparecidas, y o bien se vieron obligadas a sobrevivir en el sitio hasta que casi por casualidad fueran rescatadas, o bien tuvieron que intentar retornar a la civilización por sus propios medios, ya sea caminando, empleando balsas, y hasta en algunos casos, medios aeronáuticos improvisados. Estas travesías pueden ser emprendidas por la totalidad de los sobrevivientes, o bien por un pequeño grupo cuyo objeto será dar aviso sobre la existencia de los mismos. Ambas opciones deben ser consideradas, y la situación debe ser evaluada detalladamente puesto que tales travesías, ya sea de uno u otro tipo, siempre implican riesgos y numerosos obstáculos. Es muy importante, en estos casos, aprovechar correctamente la época del año adecuada, puesto que en muchos terrenos las dificultades y los riesgos varían según la estación. Por ejemplo, la época del deshielo siempre es peligrosa en las regiones nevadas o de montaña, puesto que no solamente el caudal de los cursos de agua será mucho mayor, sino que a causa de la liquefacción de la nieve y el hielo habrá un importante riesgo de aludes de barro, avalanchas y derrumbes. La norma debe ser siempre permanecer en el lugar del accidente a no ser que sea menos riesgoso intentar una salida. |