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Tallado en Madera (ahm-8)
La talla en madera es una actividad muy antigua y extendida. Sus aplicaciones son variadísimas, aunque su principal función es la decoración y el ornamento. Es utilizada tanto a nivel arquitectónico como para el embellecimiento de objetos de uso cotidiano. Como toda artesanía, tiene un componente artístico, en el cual el tallista-artesano vuelca su talento creativo para sacar de unas simples tablas una obra de arte, y otro componente, técnico y mecánico, que hay que tener en cuenta para que la materia prima responda a nuestros esfuerzos y lograr el resultado deseado. Ésto, hace que para los no iniciados, el abordaje de tal disciplina resulte poco menos que intimidatorio, aunque yo estoy convencido de que casi cualquier persona puede obtener unos resultados más que dignos, eso sí, con un mínimo de esfuerzo, dedicación y paciencia.
La mejor manera de enfrentarse a una obra es pensar que las formas y relieves que queremos conseguir ya están dentro de la madera y "sólo" tenemos que sacarlas a la luz, quitando la madera que "las tapa". Esta labor requiere de unas herramientas muy especializadas, que son las gubias de tallista, pero con alguna de éstas, un mazo y un trozo de madera podremos descubrir todo un mundo de posibilidades. Espero que este pequeño recorrido provoque en alguien el interés por esta disciplina artesana y que no se pierda en manos de la mecanización, la simplicidad de los muebles modernos chapeados y el pensamiento de que la talla requiere demasiado tiempo, que nunca es pagado en su justa medida. Pasos para tallar La elaboración de una escultura implica un largo proceso que se inicia con la selección de la madera hasta su acabado final, tiempo en el cual se dan los siguientes pasos:
La elaboración de una escultura además de los pasos señalados, incluye el proceso de secado, que dependiendo del tamaño y volumen de la escultura en madera de nogal toma por lo menos de 3 a 4 meses. El adecuado tiempo de secado garantiza que la obra no sufra posteriores agrietamientos ni deformaciones. Todo el proceso es realizado en forma manual tanto para la elaboración de esculturas como para murales, usando maderas de excelente calidad como son el Nogal y el Cedro. < Herramientas En este apartado, voy a hacer una clasificación de las herramientas utilizadas en la talla de madera. Aunque pueda parecer que hay demasiados tipos de gubias, lo que realmente es cierto, un principiante sólo necesita tres o cuatro diferentes para empezar a trabajar, lo cual supone un alivio económico, pues no estamos hablando de material barato, precisamente. A grandes rasgos, y descartando las herramientas propias del carpintero, que sería el encargado del trabajo previo de preparación de las tablas que vamos a tallar, los útiles del tallista podríamos clasificarlos en los siguientes grupos: 1.-
Elementos de corte: gubias y formones Los utilizaremos para producir en
la madera los cortes y rebajes necesarios para sacar los relieves y obtener las
formas buscadas. Las gubias poseen dos partes diferenciadas, el mango y el
hierro y se clasifican atendiendo a la huella que producen y a la forma del
hierro. La forma varía desde una línea recta a una curva muy pronunciada en
forma de U, con todos los pasos intermedios. Incluso otras formas que se salen
de la simple curva y que veremos a continuación. Además, también varían en
función del tamaño de ese corte, que se expresa en milímetros, y que va desde 2
(o incluso menos en algunos modelos) hasta 35. En cuanto a su nomenclatura, hay
variantes según los fabricantes, pero la mayoría utiliza una doble numeración,
en la que la primera cifra indica el grupo al que pertenece la gubia (su forma),
y el segundo, la longitud de su corte en milímetros. Además utilizan una serie
de letras para distinguir otros aspectos, como inclinación, tamaño y forma del
hierro, etc.
a)
Gubia recta.- Su corte es recto, como el de un
formón, pero se diferencia de éste en que no tiene biseles laterales, su hierro
es más fino y además puede tener un bisel frontal, o dos, a diferencia del
formón, que siempre tiene uno.
A partir de
ahora, representaré únicamente los hierros, con el fin de economizar recursos y
ahorrar tiempos de espera en la carga de los dibujos.
b)
Gubia recta en ángulo.- Posee el corte inclinado. Al igual
que la gubia recta, puede tener uno o dos biseles. Es útil para acceder a
algunas zonas difíciles, no obstante, no es una gubia de uso
frecuente.
c)
Gubia plana.- Es aquella que tiene una curvatura
suave en su corte. Se utilizan con mucha frecuencia.
d)
Gubia mediacaña.- Su curvatura ya es bastante
pronunciada. La máxima se alcanza cuando el corte abarca una semicircunferencia.
También es una gubia de uso frecuente.
e)
Gubia cañón.- La curvatura se hace máxima. Su
corte tiene forma de U.
f)
Gubia de esquina o gubia en V Es una gubia muy utilizada. El
corte lo forman las dos palas con la característica forma en V. El ángulo puede
variar entre los 35 y los 60º.
g)
Gubias curvas.- Se refieren a las que la forma del
hierro está curvada desde su inicio. Pueden tener cortes de gubia plana,
mediacaña y en V. Su utilidad se hace mayor en trabajos de fondos, donde una
gubia de hierro recto podría atascarse al ofrecer un ángulo de ataque a la
madera demasiado alto.
h)
Gubias acodadas o codillos.- Son las que tienen la curvatura en
la parte final del hierro. Ésto les permite llegar a lugares inaccesibles con
una gubia de hierro recto. Las hay en todas las variedades posibles: rectas,
rectas en ángulo, planas, mediascañas, cañones y en V. Ciertamente podemos
pensar que su vida es menor que las otras, ya que van a admitir muchos menos
afilados, pero también es verdad que su uso no es frecuente.
i)
Gubias cola de pescado.- Son gubias de hierro recto, que
consiguen la longitud total de la curvatura en la parte final de la misma, es
decir, va en disminución desde el corte hacia el mango. Su utilidad es el menor
peso de la herramienta, cualidad nada despreciable en gubias de tamaño
considerable utilizadas en grandes esculturas. La forma y tamaño de su corte
abarca las principales variedades.
j)
Gubias pata de perro.- Tiene una forma angulada para
acceder a zonas de acceso muy complicado. Su corte es recto. Son gubias que se
utilizan muy poco, pero cuando la situación requiere su uso, se agradece
tenerlas entre nuestras herramientas.
k) Contracodillos.- Son gubias con curvatura en la
parte final de su hierro, pero invertida con respecto a las gubias acodadas. Son
útiles, aunque no imprescindibles, para redondear algunos motivos. Su corte
abarca el tipo de las mediascañas de poca curvatura.
l) Hay más de gubias, como los
macaroni,
fluteroni, bacheroni y otros, pero son de uso muy específico e infrecuente, por lo que no
profundizaremos en ellos. En cualquier caso, sus perfiles corresponden
respectivamente a los tres últimos dibujos del gráfico inferior.
Presento
ahora un esquema con el dibujo de las secciones de los diferentes tipos de
gubias en relación a su forma, para que se puedan hacer una idea de la gran
variedad que nos podemos encontrar, teniendo en cuenta que cada tipo se
encuentra en varios tamaños y muchos de ellos en diferentes formas de
hierro.
m) Formones.- Nos los podemos encontrar de
gran variedad de marcas y características, aunque para tallar, nos interesa que
el hierro sea lo más delgado posible y que el acero no sea demasiado duro, como
los de composición cromo-vanadio, ya que éstos están fabricados pensando en el
trabajo habitual de carpintería, más exigente en cuanto a la resistencia a los
golpes, pero menos en cuanto a la suavidad del corte. El ancho apropiado de la
hoja para la mayoría de los trabajos que se realizan en la talla oscila entre
los 14-18 mm.
2.-
Elementos de golpeo: mazos de tallista.-
Aunque gran parte del trabajo que realiza el tallista utiliza la gubia con las
dos manos, hay ocasiones en que se hace necesario el uso de una herramienta de
golpeo que alivie el avance de la herramienta de corte en la madera. Tal es así
en la importante labor de desbaste. Para ello, se utilizan mazos, de diferentes
formas, tamaños y materiales, pero que tienen un denominador común, no deben
deteriorar el mango de la gubia al golpear sobre ella. La forma más habitual es
la troncocónica, ya que permite un golpeo uniforme sin tener que estar pendiente
de mirar la posición del mazo (si fuese con forma de paralelepípedo, podríamos
ofrecer una arista al golpeo y malograr el corte, con el peligro que eso tiene
para una labor tan delicada). La mayoría son de madera dura, aunque también
podemos encontrarlos de nylon, bronce o plomo. El peso varía en función del
gusto del tallista, aunque hay que tener en cuenta que un peso excesivo
provocaría cansancio. Normalmente oscila en torno a los 400-600
gramos.
3.-
Elementos de apriete.-
Son fundamentales para sujetar la/s pieza/s que estamos trabajando. A
continuación, presento una tabla con diferentes posibilidades de
sujección.
4.- Elementos de afilado: piedras de afilar y asentar.- Para el trabajo de la talla resulta imprescindible el perfecto afilado y asentado de las herramientas de corte. Esta es una labor que se puede realizar mecánica y manualmente. El afilado mecánico se reduce a la utilización de una esmeriladora eléctrica. Los mejores resultados se consiguen con piedras refrigeradas por agua y de baja revolución; con ello se logra que el acero de la herramienta no se destemple y además se tiene mayor control visual sobre el proceso. Lo mismo podemos obtener utilizando una piedra de afilar al agua o al aceite y bastante paciencia, hasta rehacer el filo de la herramienta y el bisel adecuado para el trabajo que vamos a realizar (ángulo mayor para maderas duras y menor para las blandas). No obstante, ésto no es suficiente para la precisión de corte que necesita el tallista en su herramienta. Es imprescindible el proceso de afinado o asentado de la misma, el cual se consigue utilizando una piedra de grano finísimo lubricada con aceite. Se utilizará una piedra plana para los formones y los biseles exteriores de las gubias y piedras con formas específicas para los interiores. Tras este proceso, en el cual se desprende la rebaba residual del afilado previo, la herramienta estará preparada para trabajar, pudiendo probar si el afilado ha sido correcto cortando a contraveta una madera blanda, por ejemplo el pino; Si el corte es limpio y suave y no quedan grietas en la madera, la herramienta está preparada para su uso. Existen artesanos que tras este paso todavía realizan otro, que consiste en el suavizado a base de una tira de piel o cuero tratados con óxido de hierro y sebo. 5.- Elementos de acabado: imprimaciones, tintes, ceras y barnices.- Para el acabado de la pieza, es imprescindible tratarla para realzar su belleza y para protegerla en lo posible del paso del tiempo. Para ello utilizaremos imprimaciones a base de sustancias fungicidas e insecticidas que ayuden a que nuestra obra no sea fácil pasto de los hongos e insectos xilófagos. También podemos utilizar los tintes, anilinas o colorantes que consideremos apropiados para realzar la belleza de nuestra obra, creando efectos de envejecido o simplemente tiñendo la madera para conseguir tonos más agradables o imitar a maderas distintas (nogal, caoba,...). Por último, deberemos decidir el tratamiento de acabado que le vamos a dar a la obra. Éste puede ser cera, en cuyo caso yo recomiendo la utilización de cera natural de abejas diluida en esencia de trementina (aguarrás puro), o a base de barnices, donde recomiendo que nos informemos en nuestro distribuidor habitual de pinturas, ya que hay en el mercado numerosas marcas, variantes y composiciones distintas, ya sea para obras que van a estar en el exterior o en el interior, para muebles lisos o profusamente tallados, para dar a brocha o pistola, etc. Ejemplos de Tallado en Madera |